jueves, 18 de enero de 2007

Jiddu Krishnamurti y los Sanyasis.

 Año 1959.

A corta distancia de nosotros vivía un hombre que en su juventud había tomado votos de sannyas y que más tarde había renunciado a la túnica. Nos visitaba constantemente, trayéndole a Krishnaji una infusión vegetal que, según él, era buena para los riñones. Krishnaji, que instintivamente era un naturista y le encantaban las hierbas, tomaba la infusión insistiendo que, efectivamente, era buena para los riñones.

Biografía de J. Krishnamurti.
Pupul Jayakar. Editorial Kier.

No hay comentarios.:

Etiquetas