domingo, 4 de febrero de 2007

Jiddu Krishnamurti y sus Libros.

Dos libros más de Krishnamurti se publicaron en 1973. Por esta época sus libros casi habían dejado de ser reseñados en los medios de publicación. Se comprende fácilmente la dificultad de hacer una reseña de ellos, pero John Stewart Collis, a quien K no conoce, recogió el reto cuando en marzo de 1973 hizo la reseña del primero de ellos, el breve volumen titulado Beyond Violence (Editado en español con el título: Más allá de la violencia). en el Sunday Telegraph:

Para ser renovador es necesario ser nuevo. Esto es bastante raro en las artes. En el campo del pensamiento religioso filosófico ético difícilmente se le encuentra alguna vez. J. Krishnamurti es siempre nuevo, es siempre sorprendente. Dudo que un clisé haya pasado jamás por sus labios.

El es también muy difícil. No porque alguna vez use grandes palabras sino porque no cree en «creencias». Esto debe consternar a quienes confían en ismos y ologías. Él cree en la Religión, en el sentido fundamental de la palabra, pero no en las religiones ni en ningún sistema de pensamiento.

El subtítulo de Beyond Violence es: «Texto auténtico de las pláticas y discusiones sostenidas en Santa Mónica, San Diego, Londres, Brockwood Park y Roma». En primer lugar, Krishnamurti ofrece la charla, y luego responde a preguntas. Las preguntas son comunes. Las respuestas jamás son comunes.

«¿No es la creencia en la unidad de todas las cosas exactamente igual que la creencia en la división de todas las cosas?»

«¿Por qué quiere usted creer en la unidad de todos los seres humanos?, no existe tal unidad, ese es un hecho. ¿Por qué quiere creer en algo que es irreal? Existe toda esta cuestión de la creencia; sólo piénselo, usted tiene su creencia y otro tiene la suya, y peleamos y nos matamos entre nosotros por una creencia». También:

«¿Cuándo debemos tener experiencias psíquicas?» «¡Nunca! ¿Sabe usted lo que significa tener experiencias psíquicas? Para tener una experiencia extrasensoria, uno debe ser extraordinariamente maduro, sensible e inteligente; y si usted es extraordinariamente inteligente, no desea tener experiencias psíquicas».

Este volumen se ocupa fundamentalmente del cambio que debe producirse en nosotros mismos, a fin de ir más allá de la violencia tan difundida en todas partes del mundo:

«Estar libre de violencia implica librarse de todo cuanto el hombre ha impuesto al hombre: creencias, dogmas, rituales, mi país, su país, su dios, mi dios, mi opinión, su opinión».

¿Cómo se alcanza esta libertad? Yo lo siento muchísimo, pero no puedo presentar el mensaje de Krishnamurti en una creación nítida. Hay que leerlo. Solamente la acción de leerlo genera un cambio en el lector. Una pista: sustituir el pensar por el acto de atención; el poder de observar.

El segundo libro, The Awakening of Intelligence (Se publicó en español subdividido en tres volúmenes titulados: La raíz del conflicto, La persecución del placer y La conciencia fragmentada, todos con el subtítulo común de EL DESPERTAR DE LA INTELIGENClA. tomos I, II y III respectivamente), editado por Cornelia (Nelly) y George Wingfield Digby, es la más grande y más completa de las obras de K. El volumen se compone de 530 páginas con dieciséis fotografías de K tomadas por Mark Edwards, y consta de siete partes, incluyendo «Dos Conversaciones entre Krishnamurti y el profesor Jacob Needleman» (Profesor de Filosofía en el San Francisco State College, autor de Las nuevas religiones y editor de la Penguin Metaphysical Library), en Malibú 1971; «Dos conversaciones entre Krishnamurti y Alain Naudé», también en Malibú 1971; «Dos Conversaciones entre Krishnamurti y el Swami Venkatesananda», en Saanen 1969, y una «Conversación entre Krishnamurti y el profesor David Bohm», en Brockwood, octubre de 1972. El Dr. Bohm, que había sido amigo y colega de Einstein en Princeton durante la década del cuarenta, es profesor destacado de Física Teórica en el Colegio Birbeck, Universidad de Londres. Comenzó a interesarse en K al toparse por casualidad con La libertad primera y última en una biblioteca. Había asistido a las pláticas de K en Wimbledon durante el año 1961, y desde entonces él y su esposa fueron con frecuencia a Saanen y Brockwood, donde Bohm sostuvo muchas conversaciones con K. (Se le designó síndico de la Fundación Krishnamurti de Inglaterra en 1969). Es autor de varios libros sobre la teoría cuántica y la relatividad, y desde la publicación de su último libro en 1980, Wholeness and the Implicate Order (La totalidad y el orden implicado), que propone una teoría revolucionaria semejante a la enseñanza de K sobre la totalidad de la vida, a Bohm se le conoce ampliamente por sus polémicos descubrimientos científicos.

En su primera conversación con el profesor Needleman, K pone el acento en la importancia de verse libre de todo condicionamiento religioso: «... uno ha de descartar todas las promesas, todas las experiencias, todas las aseveraciones místicas. Pienso que se ha de empezar como si no se supiera absolutamente nada». Needleman interrumpe: «Eso es muy difícil». «No, señor, no creo que sea difícil. Pienso que es difícil y arduo sólo para aquellas personas que se han llenado con conocimientos ajenos». Y en una parte más avanzada de la conversación, K dice: «Yo no he leído libros religiosos, filosóficos o psicológicos; uno puede penetrar en sí mismo a profundidades tremendas y descubrirlo todo». Esto se encuentra en la raíz de la enseñanza de K: que todo puede descubrirse en uno mismo, y que con la comprensión de uno mismo llega a comprenderse a los demás, porque en lo fundamental no somos diferentes unos de otros. Como dice en una de sus conversaciones con Alain Naudé: «...yo soy el mundo y el mundo es lo que yo soy; mi conciencia es la conciencia del mundo, y la conciencia del mundo soy yo. Por lo tanto, cuando hay orden en el ser humano, hay orden en el mundo». Hacer que la gente perciba esto es, ciertamente, «la función del hombre religioso». Más adelante, en la conversación con Naudé:

Uno siente que la bondad absoluta existe; y lo siente no como un concepto emocional, sino que, habiendo penetrado profundamente en sí mismo, uno sabe que tal cosa existe: la bondad completa, absoluta, irrevocable; o sea, el orden. Y este orden no es una cosa producida por el pensamiento; si lo es, entonces responde a un esquema... Tan pronto como su vida se planifica de acuerdo a un modelo, usted no está viviendo sino que meramente se ajusta a determinado patrón y, por lo tanto, ese ajuste lo lleva a una contradicción dentro de sí mismo entre «lo que es» y «lo que debería ser», lo cual engendra conflicto... de modo que el orden, la virtud, la bondad están en el instante del ahora. En consecuencia, hay libertad con respecto al pasado.


KRISHNAMURTI
Los años de plenitud
MARY LUTYENS
Impreso por Romanyà/Valls
Verdaguer, l. Capellades (Barcelona)

 

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