domingo, 11 de febrero de 2007

Jiddu Krishnamurti y "El Proceso".

(4) CULMINACIÓN DEL PROCESO

K había decidido, con renuencia, que no podría ir a la India ese otoño como anhelaba, sino que debía regresar a Ojai para completar la labor de preparación de su cuerpo. Sentía, que durante ese periodo, por largo que fuese, él no estaría en condiciones de realizar labor pública alguna. Nitya, mientras estuviera en Ojai, podría estudiar para sus exámenes finales. Por lo tanto, después de una semana o dos en Londres que siguieron a su estancia en Eerde, los hermanos se embarcaron para Nueva York el 22 de octubre y finalmente llegaron a Ojai el 8 de noviembre. Helen había viajado con ellos en el barco, pero se separaron de ella en Nueva York. “Helen se veía muy desdichada cuando nos dejó y se reunió con su familia”. Le contaba K a Lady Emily. “Yo creo que está pasando por un mal momento, aunque sea para su bien”. Esta última observación, aparentemente tan despiadada, era característica en K; pasar por un mal momento era un preámbulo esencial para cambiar y crecer; estar satisfecho era estancarse, lo que conducía a la mediocridad.

Nitya sentía que era necesario tener a otro Iniciado con él en Ojai para que le ayudara a cuidar a K; por tanto, a Rajagopal, que había sido iniciado antes de venir a Inglaterra en 1920, se le solicitó que suspendiera sus estudios en Cambridge por un año, para acompañarlos. Koos van der Leeuw, un teósofo miembro de la Estrella que pertenecía a una, rica familia de comerciantes en café de Rotterdam, y miembro del Patronato de Eerde, también los acompañó. Ahora iban a vivir en la casa más grande de Ojai, incluida en la propiedad que habían comprado en febrero, mientras que Rosalind, tan contenta de verlos que “casi lloraba”, vivía con su madre en su antigua casa de campo. Llamaron a su nueva casa Arya Vihara, que significa Noble Monasterio(1) . No era nada confortable, pues casi carecía de muebles, aparte de un horrible juego de comedor y cuatro sillas de mimbre. La fachada, que era blanca, necesitaba pintura, y como estaban extremadamente escasos de dinero, empezaron a hacer ellos mismos el trabajo; además, preparaban su propia comida y hacían la limpieza, lo que K consideraba como “más que una broma”; tampoco podían desatender el trabajo de la casa, porque Rajagopal, que era irritantemente pulcro, insistía en que todo estuviera en perfecto orden. Con el tiempo emplearon a una sirvienta que venía desde el pueblo dos veces a la semana, y a un jardinero.

(1) La casa sigue llevando ese nombre: La cabaña, que ahora es llamada cabaña del pino, se encuentra al fondo de la Senda del Pino. Ha sido agrandada (estropeada, según K); y el joven “pimentero" ha crecido tanto, que domina por completo la cabaña.

El 20 de noviembre, menos de quince días después de su llegada, el “proceso” de K comenzó de nuevo. Fue tan fuerte que por primera vez Nitya se sintió preocupado, preguntándose si todo estaba ocurriendo en la forma debida. Se dirigió, naturalmente, a Leadbeater para pedir consejo, y el 27 le escribió una carta ansiosa. Después de contarle todo lo que había sucedido en Ehrwald y de decirle que le incluía una copia del mensaje que el Maestro les había entregado la noche anterior, continuaba:

Durante los últimos días en Ehrwald, Ellos pusieron en práctica el experimento de dejar a Krishna consciente mientras el dolor era todavía bastante fuerte, pero esta conciencia se mantenía solamente por diez o veinte segundos cada vez, y tan pronto como el dolor se tornaba demasiado intenso, Krishna debía dejar el cuerpo.

Hace siete días el proceso empezó de nuevo, sólo que ahora Krishna está completamente consciente y el dolor se hace más y más intenso; esta noche ha sido la peor de todas. He comenzado esta carta mientras él estaba sufriendo, y acaba de salir de la habitación después de una hora de crueles dolores. Hoy día no tenemos ni a Helen ni a Rosalind con él. Aunque R. está aquí en Ojai, muy cerca de nuestra casa, no parece necesitar de ella; cuando el dolor ha pasado Krishna deja el cuerpo y éste llora desconsoladamente hasta quedar exhausto. Llama a su madre y he descubierto que quiere a Helen, y no a Rosalind.

Hasta donde puedo descifrar de lo que el cuerpo de Krishna dice ocasionalmente, todavía falta hacer una gran labor con el cuerpo, lo que significa tal vez muchos meses... Regresamos aquí a Ojai porque creímos que este lugar era más conveniente, ya que estas cosas comenzaron aquí el año pasado.

Mientras estábamos en Ehrwald, Krishna y yo le telegrafiamos invitándolo a Ojai por todo el tiempo que quisiera, pero aparentemente los telegramas (porque fueron dos, el primero con respuesta pagada) nunca llegaron, porque no tuvimos respuesta. Sentí que sería maravilloso si usted, que podía ver lo que estaba sucediendo, hubiera estado con él durante este tiempo. Por supuesto, sabe la gran alegría que hubiera sido para todos nosotros estar con usted. Hubiéramos podido volver a vivir los días de Adyar. Ahora, éste es el punto: ¿cree usted que Krishna debería estar con usted durante este período? Si tan sólo pudiera decirnos esto, usted sabe que tomaríamos el próximo barco para Australia. ¿Podría cablegrafiarnos su opinión? Por favor, díganos lo que crea que es lo mejor para Krishna. Por supuesto que los Grandes Seres cuidarán de todo para que ocurra lo mejor. No quisiéramos dejar Ojai y embarcarnos para Sydney hasta tener instrucciones definitivas o una opinión de parte suya. Ahora quiero hacerle unas preguntas... ¿Es Rosalind nuestra madre? ¿Podemos salir para Sydney y llevar a Rajagopal?

Al día siguiente añadió una posdata:

El cuerpo de Krishna repitió este mensaje en la noche del 26, inmediatamente después de que el proceso había terminado por esa tarde:

“La labor que se está haciendo ahora es de la más grave importancia y sumamente delicada. Es la primera vez que este experimento se lleva a cabo en el mundo. Todo en la casa debe supeditarse a esta labor y ninguna conveniencia personal debe tomarse en cuenta, ni siquiera la de Krishna. No deben venir aquí muy a menudo personas extrañas; la tensión es demasiado grande. Tú y Krishna podrán llevar esto a buen término.

Tengan paz y una vida tranquila”.


Me parece que la referencia al “experimento” no lo es sólo respecto al hecho de que esta clase de cosas generalmente tienen lugar en un monasterio, sino que quizá, también, Ellos están ensayando algo nuevo en la preparación del cuerpo.

¿Sabe usted si algo similar a lo que está sucediendo ahora fue parte de la preparación del cuerpo del Maestro Jesús cuando el Señor vino la última vez? ¿No podría usted decirnos algo acerca de esto? Quisiera sinceramente que estuviéramos con usted; los sufrimientos de Krishna esta noche fueron peores que la noche anterior. Por supuesto, sé que el cuerpo está al cuidado de los Maestros; sin embargo, desearía que usted estuviera aquí en el plano físico. Sería una gran bendición para todos nosotros.

Estuvo bien que no salieran para Sydney antes de tener contestación de Leadbeater, porque no hubieran sido bien recibidos. Leadbeater no pudo dar ninguna explicación ni seguridad alguna acerca de lo que estaba sucediendo, tal como le escribió a Mrs. Besant el primero de enero de 1924:

Acabo de recibir una carta de Nitya en la que me dice que todo este terrible asunto de la preparación se ha reanudado... Me preocupa mucho todo esto porque nunca me he encontrado con nada ni siquiera semejante y no puedo tener la seguridad de que ello sea correcto o necesario. Ciertamente el año pasado él logró alcanzar un peldaño siguiendo líneas de acción muy similares; no obstante, todo esto es completamente opuesto a lo que me han enseñado. Espero que usted pueda asegurarme que sabe que todo va bien.

Krishna y Nitya parecen no tener sombra de duda, y yo creo que ellos deben saber; y, sin embargo, dos mensajes que han recibido (cuyas copias incluyo, aunque sin duda alguna ya las habrán, enviado a usted) no están bajo ningún concepto, en el estilo de cualquiera de nuestros maestros. Supongo que todo está bien y que se les conduce por el camino que es correcto y mejor para ellos; con todo no hay duda de que esto parece muy extraño. Siento muy claramente que, aunque éste es un centro muy poderoso, podría no ser del todo un buen lugar para ejercicios como los que se describen; está demasiado cerca de una gran ciudad y hay allí siempre tanto movimiento que sería imposible obtener la quietud perfecta que parece ser tan necesaria.

Parte de la carta de Leadbeater a Nitya, escrita también el primero de enero, dice:

Yo no entiendo el terrible drama que está teniendo lugar con nuestro amado Krishna, pero deseo tener frecuentes noticias de ello, porque realmente me siento muy inquieto al respecto. Es muy difícil creer que este tremendo dolor pueda ser bueno o necesario para él. No había nada de todo esto en el futuro que se extendía ante nosotros en aquellos felices días de Adyar, hace ya tanto tiempo. Entonces el cuerpo requería preparación, pero no esta clase de preparación; lo que se ha hecho con él desde entonces ha hecho necesario todo esto. Sin embargo, por lo que me escribe, pareciera que ustedes han sido enviados especialmente a este lugar retirado en el Valle de Ojai para que esta labor pudiera hacerse; si así fuera seguramente tendrán que permanecer allí hasta que esté terminada. Por cierto que no me atrevo a asumir la responsabilidad de aconsejarles venir aquí mientras esto continúe; ni tampoco la otra y más mundana responsabilidad de traerte a ti, con lo delicado que estás del pecho y pulmones, y exponerte al aire de mar que tanto te perjudicó en Malahide. Cuando toda esta extraña agonía haya terminado satisfactoriamente, estaremos más que encantados de verlos en Sydney, si es que tu salud lo permite; pero aun así, deberás tener la opinión de un médico de confianza con respecto a la cuestión del aire.

No veo cómo Rosalind podría ser vuestra madre, porque entiendo que nació antes de que ésta muriera. Como Krishna parece haber usado el mismo lenguaje con la señorita Knothe, podemos considerarlo como algo simbólico, a menos que a tu madre le haya sido permitido usar el cuerpo de ambas jóvenes como médiums a través de las cuales pudiera ayudar a su hijo en sus espantosos sufrimientos. Creo que eso no es de ningún modo improbable, y podría explicar su acción de dirigir a personas relativamente extrañas, de manera íntima que resulta curiosa.

Es raro que Mrs. Besant, que había renunciado a su clarividencia en pro de su labor por la India, aparentemente no hubiera tenido dudas, porque el 8 de enero, Leadbeater pudo escribirle:

Me alegra mucho recibir su carta del 7 de diciembre incluyendo copia de uno de los mensajes que recibió Nitya a través de Krishna. Es un gran alivio para mí ver que usted está plenamente convencida de que todo el proceso está bajo autoridad, y que todo lo que se hace está correctamente hecho. Me parece que así debe ser, y, sin embargo, toda la cosa está tan completamente en desacuerdo con lo que sucedió en mi propio caso y con todo lo que estoy personalmente familiarizado, que no podría estar seguro de ello, y en cualquier cosa que concierna a Krishna, es natural que quiera estar muy seguro. Supongo que podemos dar por hecho que el cuerpo físico estará cuidadosamente protegido, pero es indudable que los informes son de carácter muy alarmante.

A partir de esta fecha en adelante parece que Leadbeater delegó toda responsabilidad acerca de K, en Mrs. Besant. Esto era en él algo totalmente distinto de lo habitual; uno hubiera esperado que preguntaba al Maestro Kuthumi o al señor Maitreya, o particularmente al Maestro Jesús, acerca de lo que estaba sucediendo con el cuerpo de K. Por desgracia, no hay ninguna manera de saber lo que pasaba por la mente de Leadbeater. Este es uno de los muchos misterios de esta extraña historia. Sin embargo, uno puede sentir que su incertidumbre en este asunto da autenticidad a su clarividencia, más bien que lo contrario. Mientras tanto, la tortura de K continuaba sin disminuir.

Me estoy volviendo más y más irritable y me canso cada vez más [escribió a Lady Emily], desearía que usted y los otros estuvieran aquí. Frecuentemente siento ganas de llorar en estos días, y ésta no era mi manera de ser. Es terrible para los demás y para mí mismo... Quisiera que Helen estuviera aquí, pero eso es imposible y también es probable que Ellos no quieran que haya alguien a mi lado que me ayude. Así que tengo que hacerlo todo por mí mismo... Por mucho que uno se lo proponga, existe una soledad, la de un pino solitario en el desierto.

Parecía que tan sólo cuando se tornaba como un niño podía descansar y, por tanto, obtener algún alivio al sufrimiento que lo acompañaba ahora todo el día como un dolor sordo que se intensificaba por las noches. Pero no podía convertirse en un niño sin una “madre” que cuidara del cuerpo. Rosalind ya no era capaz de llenar este papel por alguna inexplicable razón, y el padre de Helen, naturalmente, no le permitiría ir a Ojai. “Supongo que eso es difícil con una familia tan, escrupulosa”, le comentó a Lady Emily. “Dios mío, estoy contento de no tener una”. (Sin embargo, cuando estuvo por primera vez en París en 1920, una familia era lo único que él anhelaba). Todas las cartas sin contestar se amontonaban, su mensaje mensual a los grupos de Autopreparación así como sus notas editoriales agobiaban su mente; sus escritos oficiales nunca quedaban del todo terminados, porque Lady Emily invariablemente los corregía para él, pero ahora, el más ligero esfuerzo mental iniciaba el dolor en su columna.

Le dio a Lady Emily sólo unos pocos vislumbres de su vida cotidiana: jugando golf sin que eso le proporcionara ningún descansó, Rajagopal tratando de enseñar álgebra a Rosalind y sus disputas por ello. “Estamos a tal grado hartos de nosotros mismos que nada nos divierte ahora, o bien todo nos divierte. Por el menor motivo nos reímos hasta que casi se nos saltan las lágrimas”.

Hacia el 7 de febrero, Nitya escribió a Mrs. Besant que habían tenido setenta y seis noches ininterrumpidas del proceso y que cumplían tres meses de estar en Arya Vihara.

El suceso nocturno es ahora de una tensión mayor que nunca, ya toda la excitación y las diversiones si es que alguna vez las hubo, han desaparecido... Creo que Krishna casi ha olvidado sonreír... El dolor se está, volviendo más y más intenso, aunque su capacidad para soportarlo crece con la intensidad... El otro día recibí una carta de C.W.L., todo acerca de este asunto. Decía en ella que no entendía, lo que estaba pasando. Su carta nos dejó un poco inquietos acerca de si todo iba bien, así que le cablegrafiamos. Su contestación fue muy característica: “Presidenta dice todo bien”.

En todo este periodo K continuó escribiendo cartitas tiernamente afectuosas a Mrs. Besant, casi con cada correo. Estaba muy ansioso, le decía, porque Helen iba a ir a Sydney, para ser “preparada” por Leadbeater, lo cual significaba ayudarla en el Sendero del Discipulado, pero que su padre no la dejó ir y Leadbeater no quería que fuera sin su consentimiento. K estabas preocupado por ella, y temía que estuviera malgastando su vida al permanecer con su, familia.

A principios de marzo, K confió a Mrs. Besant que John Ingleman, el doctor sueco con quien había estado en Hollywood el año anterior, le había dado un automóvil, pero como no quería que nadie supiera de este obsequio tan costoso, pidió a Dwarkanath Telang que fuera él “propietario oficial”. Dwarkanath estaba en Adyar y K se propuso enviarle el auto allá cuando próximamente fuera a la India, (de hecho no lo hizo). El automóvil llegó a Ojai el 2 de marzo y causó gran excitación, pues era el primer automóvil propio que había tenido. Era un convertible azul claro de siete asientos, marca Lincoln, con los faros plateados, “tan bueno como un Rolls, escribió a Lady Emily, “hace con facilidad 70 millas por hora y sube como un pájaro”. Esta fue la única alegría que tuvo durante esos meses de agonía, aparte del hecho de que, a pesar de la tensión, Nitya parecía estar completamente libre de su enfermedad.

Hacia fines de febrero, el “proceso” de K alcanzó un, clímax que él describió a Lady Emily:

No se preocupe por mí, porque creo que todo ha sido dispuesto para que pueda llevarlo a cabo por mí mismo. Probablemente no se necesitaba la influencia femenina y Ellos cuidaron de que yo no la tuviera. Los últimos 10 días ello ha sido realmente intenso. Los dolores en mi espina y cuello han continuado muy fuertes y antes de ayer, el 27, [de febrero] he tenido una noche extraordinaria. Sea lo que sea eso, la fuerza, o como pueda llamarse a esta cosa, subió por mi espina hasta la base de mi nuca, luego se separó en dos, yendo una parte a la derecha y la otra a la izquierda de mi cabeza, hasta que se juntaron entre ambos ojos, justo encima de mi nariz. Hubo como una llama y vi al Señor y al Maestro. Fue una noche tremenda. Por supuesto que todo ello fue en extremo doloroso. Anoche estaba demasiado cansado para que se hiciera cosa alguna, pero supongo que esto va a continuar, aunque estoy seguro de que pronto tendremos unas vacaciones.

Él describió también esta experiencia a Mrs. Besant, aunque sin mencionar la influencia femenina, y Nitya también le hizo un relato de ello. Nitya suponía que se trataba de la “apertura del tercer ojo”. En los tratados sobre Yoga, se refieren a menudo al “tercer ojo” como el Ojo de Shiva. Se le sitúa en medio de la frente y, como el Kundalini, está asociado con la clarividencia. Nitya añadió: “La clarividencia de Krishna no ha comenzado todavía, pero imagino que ahora sólo es cuestión de tiempo. Hasta ahora hemos tenido 110 noches del proceso desde que estamos aquí”. Continuó diciendo que acababan de recibir un cable de Sydney de la doctora Rocke anunciando que llegaría a fines de marzo, para hacerles una corta visita. Aunque estarían muy contentos de verla, no podían comprender por qué venía. “C.W.L. en una de sus cartas, decía que deseaba que un médico pudiera encontrarse aquí para ver que el cuerpo físico no se esforzara demasiado, añadiendo que él suponía que un médico común condenaría todo el asunto. Es posible, pues, que él le hubiera pedido que viniera”.

La doctora Rocke llegó a Ojai y se quedó por una semana observando el proceso de K cada noche. Todavía estaba allí la última noche del 11 de abril, “una maravillosa noche para todos nosotros”, como Nitya escribió a Mrs. Besant 15 días más tarde. K recibió esa noche un mensaje que repitió a Nitya, quien lo anotó enseguida y lo incluyó en la misma carta del 25 de abril a Mrs. Besant. Nitya creía que la primera parte del mensaje era del Señor Maitreya mismo. K les había dicho que unos días antes de que se detuviera el proceso, el Señor Buddha había venido una noche. “En el mensaje ellos se refieren a Su venida en la más bella de las formas”, escribió Nitya.

Este era el mensaje:

11 de abril de 1924. (6:30 a 7:15 p.m.)

Hijos míos, me complace vuestra paciencia y valor. Esta ha sido una gran lucha y, hasta donde Hemos llegado, ha sido un éxito. Aunque hubo muchas dificultades, las Hemos sobrellevado con relativa facilidad. Ha habido muchos capítulos en la marcha de la evolución y cada etapa tiene sus pruebas. Este es sólo el comienzo de muchas batallas. Sean ustedes igualmente valerosos y sobrellévenlas con la misma gracia en el futuro, con la misma fuerza y la misma alegría. Sólo así Nos podrán ayudar.

Han salido de ello muy bien, aunque la preparación completa no está terminada. La parte que se ha hecho, se ha hecho bien y exitosamente. Lo lamentamos por el dolor tan prolongado que ha debido parecerles interminable, pero una gran gloria les espera a cada uno de ustedes. Ha sido como vivir continuamente en una celda obscura, pero afuera les espera el sol.

Que Mi bendición sea con ustedes. Aunque continuaremos en una fecha posterior, no quiero que dejen este lugar para ir a Europa hasta después de Wesak
[el gran, festival ocultista de la luna llena de mayo, que caía ese año el día 18], cuando todos Me podrán ver. Aunque Hemos protegido los tres sitios de tu cuerpo, seguramente habrá dolor. Es como una operación; aunque se haya terminado, tendrás que sentir sus efectos un tiempo después.

Podrán salir de vacaciones tan largamente esperadas, pero sean prudentes en la libertad. No salgan todavía por un tiempo. Durante la estancia aquí, antes de embarcar, ambos deben preparar sus cuerpos. Aunque ello se haya descuidado un tanto, deben ahora dirigir los pensamientos completamente en esa dirección. Comida abundante, mucho aire fresco y ejercicio deben ser suficientes. No vayan innecesariamente a sitios muy poblados y permanezcan al aíre libre todo lo que puedan. No hagan todo esto de inmediato, sino pausada y suavemente, porque el cuerpo que ha estado bajo una tensión tremenda podría quebrantarse. Debe, tratársele con gran cuidado.

El cuerpo no puede relajarse debidamente hasta que pase un poco de tiempo con su supuesta madre. Si tiene la oportunidad, dejen que la vea.


Aunque no siempre Estemos tan conscientemente con ustedes, recuerden que han tenido el tremendo privilegio de muchas, visitas Nuestras. Aunque Krishna haya tenido ocasionales dudas y recelos, siempre estábamos vigilando. No se preocupen de ese aspecto, porque Estamos siempre con Ustedes.

En los próximos meses sean bienaventurados en el conocimiento de que han visto a Quien da la felicidad a todas las cosas, a Nosotros y a ustedes. [Esto se refería a la presencia del Buddha].

Estos mensajes pueden no haber sido del estilo de ninguno de los Maestros, como dijo Leadbeater, pero tampoco eran del estilo de K.

Resultó que la Doctora Rocke había sido enviada especialmente por Leadbeater, quien deseaba un informe, proveniente de “una persona cuerda” sobre las condiciones generales físicas de K “Estuvimos sumamente contentos de verla”, escribió K a Lady Emily, “pues deseábamos también tener una confirmación de que no estamos completamente locos... Ella se sintió tremendamente impresionada por todo este asunto, y nosotros no estamos completamente locos”.

Desdichadamente no existe otro informe que éste sobre la opinión de la doctora Rocke acerca de lo que estaba ocurriendo. Ella fue el único médico profesional que alguna vez haya podido testificar sobre el “proceso” de K. K mismo nunca pareció dudar realmente de que el dolor fuera una parte necesaria en la preparación de su cuerpo. Jamás pensó en consultar a un médico o en tomar siquiera una aspirina. La opinión de un psiquiatra o de un médico ortodoxo hubiera sido por supuesto, interesante si no iluminadora. Sin embargo, es probable que nada hubiera sucedido si un médico desconocido hubiese estado en la casa, mientras que la doctora Rocke era no sólo una antigua amiga, sino una Iniciada. Era tal la sensibilidad del cuerpo de K que el elemental físico había estado consciente hay que recordarlo de otra presencia en la casa de Ehrwald cuando Ruth permaneció allí una noche. Es difícil concebir, por tanto, que el proceso hubiera proseguido con las vibraciones de un extraño en cualquier lugar de la casa lo suficientemente cercano a K como para poder observarlo, y mucho menos examinarlo.


KRISHNAMURTI
Los Años del Despertar
MARY LUTYENS
EDITORIAL ORIÓN
M É X I C 0
1 9 7 9

 

No hay comentarios.:

Etiquetas