jueves, 1 de febrero de 2007

Jiddu Krishnamurti y Aldous Huxley.

En mayo de 1954, Gollancz publicó el segundo libro de K, La libertad primera y última (Había aparecido antes ese mismo año, en EE.UU.). Era una obra mucho más sustancial que La educación y el significado de la vida, con un prólogo de diez páginas escrito por Aldous Huxley. Fue un éxito inmediato, y al finalizar el año estaba en la sexta edición. La primera parte de esta obra consiste en veintiún capítulos con temas tales como: ¿Qué es lo que buscamos?, El Individuo y la Sociedad, El conocimiento propio, El miedo, El deseo, ¿Puede el pensar resolver nuestros problemas?, El engaño de sí mismo. La segunda mitad se compone de preguntas y respuestas extraídas de distintas pláticas. En su prólogo Huxley escribió: «En este volumen que contiene selecciones de escritos y pláticas grabadas de Krishnamurti, el lector encontrará una clara exposición contemporánea del problema humano fundamental, y con ella una invitación a resolverlo del único modo en que puede resolverse: resolviéndolo cada cual por sí y para sí mismo». Huxley citaba después algunos pasajes esenciales en el pensamiento de Krishnamurti: «La vida está en los hombres, no en la sociedad, no en los sistemas religiosos organizados, sino en usted y en mí». «La creencia invariablemente separa. Si ustedes tienen una creencia, o si buscan seguridad en su credo particular, se separan de aquellos que buscan seguridad en algún otro tipo de creencia. Todas las creencias organizadas se basan en la separación, aunque puedan predicar la fraternidad». Era para «protegerse a sí mismo de las creencias» que Krishnamurti no había leído «ninguna literatura sagrada».

El crítico del Observer escribió acerca del libro: «... para aquellos que desean escuchar, el libro tendrá un valor que está más allá de las palabras», y el del suplemento literario del Times dijo: «Él es un artista, tanto en la visión como en el análisis»; mientras que Anne Morrow Lindbergh había escrito respecto de la edición norteamericana: «...la diáfana sencillez de lo que él tiene que decir, es asombrosa. En un solo párrafo, incluso en una oración, al lector se le da lo suficiente como para mantenerlo durante días explorando, cuestionando, reflexionando».


KRISHNAMURTI
Los años de plenitud
MARY LUTYENS
Impreso por Romanyà/Valls
Verdaguer, l. Capellades (Barcelona)

 

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