domingo, 14 de enero de 2007

Jiddu Krishnamurti y los Deportes.

En enero de 1969, por razones de mi propio trabajo, tuve que hacer algunas investigaciones en la Biblioteca Huntington de Pasadena, de modo que mi esposo y yo tuvimos la oportunidad de ir a ver a K en Malibú. El 18 de enero llegamos a Los Ángeles, donde K, Mary y Alain se reunieron con nosotros y nos condujeron en automóvil al Motel Casa Malibú, no lejos de la bella y confortable residencia de Mary. Alain nos prestó su automóvil, y por una semana pasamos todos los días con ellos, llegando a tiempo para el desayuno y sin irnos hasta después de la cena. No cesó de llover un momento durante todo el tiempo que estuvimos allí; sin embargo K, vestido con su bata de baño, iba al jardín todas las mañanas en medio de la lluvia y hacía flexiones corporales para el hígado. Era una alegría ver nuevamente sus pies desnudos, que yo no había visto desde que estuvimos juntos en la India en 1926. Se ven tan bellos y jóvenes como sus manos, sin una sola mancha. Esa era la primera vez que yo lo veía mirar televisión. K disfrutaba utilizando el interruptor de control remoto, un artefacto novedoso para nosotros, y se emocionaba cuando en la pantalla aparecía alguna de sus viejas películas favoritas una noche pasaron una película de Tom Mix, y en otra recuerdo su reverente susurro : «¡Por Dios, si es Lassie!» Por Dios es una expresión habitual en él. 



KRISHNAMURTI
Los años de plenitud
MARY LUTYENS
Impreso por Romanyà/Valls
Verdaguer, l. Capellades (Barcelona)

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