martes, 30 de enero de 2007

Jiddu Krishnamurti y La Lectura.

 Año 1934.

Rajagopal había tenido una operación del seno frontal derecho, a comienzos de noviembre. K, que había estado con él durante la operación que se efectuó en un hospital de Hollywood, la describió como «bastante horrible». Rajagopal sufrió muchísimo. Una segunda operación en el seno izquierdo tuvo que posponerse porque no estaba en condiciones de soportarla. Tuvo que guardar cama por tres semanas. Durante ese tiempo K permaneció con él en Hollywood, y una gran parte de cada día la pasaba corrigiendo sus propias pláticas. «Estoy haciéndolo sin ayuda relataba , estoy aprendiendo. Es una tarea larga y tediosa». También estaba tratando de aprender español por medio de un «linguaphone», preparándose para la gira por América del Sur, que se había postergado hasta marzo de 1935. Aparte del inglés, K sólo podía hablar francés (más tarde habría de aprender italiano). Había olvidado por completo su nativo dialecto telegu y no conocía otros idiomas índicos, excepto lo suficiente de sánscrito como para poder cantar en esa lengua.

Lady Emily le recomendaba y enviaba libros para que los leyera. También le mandó en tandas el New Statesman. K le escribió el 10 de diciembre: «No he tenido tiempo, pero leeré Horizontes perdidos [de James Hilton]. Recibí los New Statesman y todavía no los he leído. Gracias por mandarme Dios, el rey invisible [de H. G. Wells]. Leí una reseña de la autobiografía de H. G. Wells. Debo conseguirla completa y leerla, parece interesante».

Es muy dudoso que K haya hecho otra cosa que hojear superficialmente algunos de los libros que Lady Emily le enviaba. Si los leyó, ciertamente los ha olvidado. En octubre de 1929, había leído la Comprensión creadora de Keysserling, y su comentario fue: «Keysserling es muy bueno, expresa en un lenguaje más filosófico lo que yo digo». Es muy difícil imaginar que él haya leído por completo este gran volumen de casi quinientas páginas. Como ya lo he dicho antes, K ha leído algo de Shakespeare, Keats y Shelley, y ciertas partes del Viejo Testamento. En un tiempo sabía el Cantar de los Cantares casi de memoria. En Pergine, Italia, nos había leído en voz alta, El evangelio del Buda según Paul Carus, y también La luz de Asia. Niega haber leído jamás el Baghavad Gita o los Evangelios. Un muy renombrado crítico literario inglés, hoy fallecido, sostenía que Krishnamurti no podía ser un verdadero instructor religioso, ¡en vista de que no había leído nunca los Evangelios!

De años a esta parte K ha leído muy poco aparte de novelas de misterio Rex Stout y Frederick Forsyth están entre sus autores favoritos . Durante un viaje en avión suele leer el Reader's Digest y el Time y disfruta inmensamente los chistes que publica el New Yorker. Estando en Europa y EE.UU. mira televisión por las noches y se interesa particularmente en las noticias. Puesto que en todo el mundo se encuentra con tantas personas de condición diferente a las cuales ansía hacer preguntas, está muy al tanto de lo que sucede en todos los países. Uno de sus placeres principales es, y lo ha sido siempre, una buena película emocionante. La última que vi con él fue Operación Entebbe. Cuando terminó la película estaba tan excitado que apenas si podía abandonar la sala. No le interesa la ciencia ficción, ni en películas ni en libros.



KRISHNAMURTI
Los años de plenitud
MARY LUTYENS
Impreso por Romanyà/Valls
Verdaguer, l. Capellades (Barcelona)

 

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