viernes, 15 de diciembre de 2006

Jiddu Krishnamurti y Enrique F. Orfila.

ENTREVISTA  A  ENRIQUE  F. ORFILA Y LEONARDO OLAZABAL.

Programa de Radio Euskadi “La Casa de la Palabra”.Grabación realizada el 5 de Abril de 2001.(Emitido los días 25 de Noviembre y 2 de Diciembre de 2001)
Presentador: Roge Blasco.


Enrique: Debido a la Guerra Civil Española, a la Segunda Guerra Mundial, y también a Franco, hasta el año 1950 no pude obtener un pasaporte. Habían pasado ya 17 años desde que entré en contacto con la Teosofía en Palma de Mallorca.

Roge: Por fin llegas a la India y te instalas en la sede mundial de la Sociedad Teosófica.

Leonardo: Se fundó en 1875 en Nueva York por un grupo de inquietos intelectuales que pertenecían a las distintas ramas del saber; la física, la química... En aquella época en América la masonería gozaba de muchos simpatizantes. Thomas Alva Edison perteneció a la Sociedad Teosófica. Eran buscadores del conocimiento para adaptarlos a la vida posteriormente como una fraternidad y que perteneciera a toda la humanidad. Estudiaron todos los textos filosóficos y científicos. Decidieron mirar hacia oriente, porque pensaron y comprobaron por diversas fuentes, que la cuna de la sabiduría se hallaba en Asia Central y en concreto en la India. En los textos sagrados los Vedas, los Upanishads, elGita, el Yoga... y decidieron investigarlo. Así, un grupo de personas, muy conocidas,decidieron viajar a India. Después de permanecer un tiempo en Bombay y Benarés se trasladaron a Madrás, concretamente a Adyar; en una bonita finca donde se encontraba una gran biblioteca con miles de libros. Este lugar era visitado por personas de todos los países que querían investigar. De esta forma, Enrique conoció a la reina de Holanda, a Kruschov, Nasser, y a un montón de personalidades, incluso a Severo Ochoa (en sus primeros tiempos), este gran bioquímico español que ha hecho posible grandes descubrimientos y premio Nóbel de Medicina. Estos grupos lo formaban personas con grandes inquietudes, que tenían sobre todo ansias de saber y conocer filosofías...

Roge: Conociste a grandes filósofos, y entre ellos a Krishnamurti.

Enrique: Para mí uno de los más importantes.

Roge: Existió entre vosotros una gran amistad ¿no? Solíais dialogar...

Enrique: Durante los 25 años que estuve en la India, él venía todos los años un mes a Madrás. Cada semana daba dos conferencias y dos charlas, a las que yo asistía. Eran unas charlas en las que todo el mundo podía tomar parte. Lo más importante de la estancia en India fue poder oír a Krishnamurti, este gran filósofo que ha publicado tantos libros y que tiene tantos seguidores en todo el mundo.

Leonardo: Todos relacionados con la mente, el intelecto, la mutación psicológica, el apego al tejido social y la liberación a través del correcto pensamiento... Enrique, ¿nospuedes explicar qué es lo que te ocurrió con Krishnamurti?

Enrique: Como ya sabéis, estuve en la Guerra Civil. La primera vez que fui a verle y escucharle, no recuerdo muy bien si era jueves o domingo, que era cuando daba las charlas a las cinco de la tarde, había una gran cantidad de personas de todos los lugares de Europa y América (que le seguían a todas partes donde él daba las conferencias) junto con los seguidores de India. Había cerca de mil personas y era casi imposible que él se fijara en mí el primer día que yo fui a oírle hablar. Al día siguiente una señora americana que era miembro de la Sociedad Teosófica, me dijo que si la podía acompañar a una entrevista que tenía con Krishnamurti (él concedía entrevistas personales). Le dije que sí. Para ir de Adyar a la Sociedad Teosófica que se encuentra al otro lado del río, había que pasar un puente y después de andar unos quince minutos, llegamos al lugar, que se llamaba Basan-Vihar. El señor Krishnamurti estaba terminando la entrevista con un joven de unos veinticinco o treinta años. Esperamos a la entrada de su habitación, dentro de la casa donde vivía. Cuando terminó, salió y acompañó al joven hasta la salida del jardín. Al regresar, en lugar de dirigirse a la señora con la que tenía la entrevista, vino hacia mí, me miró y puño en alto hace el signo comunista y en español me dice:¡Viva la revolución!

Roge: Sabía que eras republicano, que habías participado en la Guerra Civil...

Enrique: No me conocía.

Leonardo: Krishnamurti tenía una gran percepción, y es posible que viera el aura o mentalmente percibiera cosas. En fin... que tuvo ese hermoso detalle con Enrique...

Enrique: Yo dije ¡Viva!

Roge: Con el puño en alto ¿no? ¡Un gran sabio Krishnamurti!

Leonardo: Sí. Estuvo en la ONU. Asistió a reuniones en la NASA con distintas personalidades de la política y también de la ciencia, como el físico David Bohm, el biólogo Rupert Sheldrake o el psiquiatra John Hidley, entre otros... Todos quedaban impactados porque les hacía pensar; iba más allá del propio pensamiento.

Enrique: Era un verdadero Maestro.

Roge: Es una gran suerte conocer a un verdadero Maestro como Krishnamurti. En tu estancia en India, aparte de conocer a este gran Maestro, has tenido muchas más experiencias...

Enrique: Bueno. Después de esto me marché a las montañas.

Roge: Sí, a meditar, hacer yoga...

Enrique: No, fui sin saber por qué. Hacía tres años que estaba en Madrás y concretamente en el año 1953 sentí una gran necesidad de ir a las montañas -alguien me estabaempujando sin yo ser consciente de ello-. Tenía una motocicleta; imagínate, ir de Madrás a los Himalayas era poco menos que una locura.

Leonardo: Era como recorrer Europa, ¡pero sin carreteras!

Roge: Un apunte. Enrique Orfila tiene 88 años, y todavía sigue montando en moto.

Leonardo: Montando en moto por las calles de Barcelona.

Enrique: Había un miembro de la Sociedad Teosófica de la Argentina que se llamaba Repeto. Había venido a la India en busca de la “Verdad” acompañado de su esposa. Cuando oyó que me iba a los Himalayas, me vino a ver y me preguntó: Enrique ¿puedoir contigo? Bueno... ven. Con el sidecar de segunda mano que me había comprado, emprendimos el viaje. ¡pronto me daría cuenta que con dicho vehículo, no hubiéramos podido llegar ni a la mitad del camino!

http://www.shambala-roerich.com/pdf/orf.pdf
http://www.shambala-roerich.com/diariooculto2.html


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