miércoles, 10 de enero de 2007

Jiddu Krishnamurti enamorado.

Año 1922.

Después de la Convención, Nitya, quien se había sentido muy abatido en el viaje por mar, fue a ver a un médico en Sydney quien descubrió por los rayos X que, no sólo el pulmón izquierdo estaba enfermo, sino que ahora también el derecho se hallaba afectado. Este fue un terrible choque para los dos hermanos, porque el Dr. Rollier no sólo les había asegurado que el pulmón izquierdo estaba curado, sino que el derecho estaba perfectamente sano. El médico ordenó a Nitya dejar Sydney inmediatamente, de modo que, el 29 de abril, él y Krishna se fueron al Hotel Carrington en Katoomba, en las Montañas Azules, a sesenta millas de Sydney.

Antes de partir para Katoomba, Krishna intentó hablar con Leadbeater a solas, pero se quejó de que esto era imposible porque siempre había a su alrededor demasiados jóvenes. Krishna no se sentía atraído por ninguno de los muchachos, pero tuvo ocasión de hacer amistad con una muchacha inglesa quien también vivía con los Mackay en “Malahide”, Ruth Roberts, una sobrina de la Dra. Mary Rocke que ahora vivía en Sydney para prestar atención médica a Leadbeater, y que había traído a Ruth con ella para ser ayudada por Leadbeater a lo largo del Sendero. “Ella [Ruth] es muy linda, muy alta y de aspecto agradable”, le dijo Krishna a Lady Emily. “No, no estoy enamorado y no creo que vaya a estarlo”. Diez días después le escribió nuevamente sobre Ruth:

Bien, admito que ella es muy bonita y que me gusta; quiere entrar en el Sendero Probatorio y no sabe por qué no puede hacerlo. Tiene sólo 17 años y hemos sostenido una larga conversación. Alguien me dijo que corre el rumor de que estoy enamorado de ella y que esto le trastornará la cabeza, etc. ¡Qué idea! ¡Yo enamorado! Además, ¿cómo puedo estarlo? A pesar de todo, eso demuestra hasta qué punto debo ser cuidadoso en esta clase de cosas, de otro modo adquiriré “cierta” reputación, y los teósofos son muy crédulos.

¿Habría él olvidado su declaración de estar enamorado de Helen, en vísperas de su partida para la India? De ser así, a Helen no la había olvidado, pues en su carta siguiente escribió, “ahora debo terminar y escribirle a Helen. He escrito a usted durante media hora y dedicaré media hora a Helen”; y algunas semanas después, al saber que Lady Emily había conocido a Helen, escribirla, “estoy muy muy contento de que a usted le guste Helen. Me alegra que apruebe mi gusto”.

Como Krishna y Nitya regresaron a Sydney para encontrarse con Mrs. Besant que llegó el 9 de mayo, a Nitya apenas se le concedieron diez días en las montañas, donde inmediatamente comenzó a sentirse mejor. Krishna estaba encantado de ver a Mrs. Besant. “Ella es realmente admirable”, dijo a Lady Emily, “y mucho más fina que la mayoría de nosotros”.




KRISHNAMURTI
Los Años del Despertar
MARY LUTYENS
EDITORIAL ORIÓN
M É X I C 0
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