Es el vuelo inicial del primer jet supersónico completamente informatizado, automatizado y sin tripulantes que cruza el Atlántico -comenzó, guiñandonos rápidamente el ojo K.-. El avión está abarrotado de pasajeros dada la gran campaña publicitaria que se ha desplegado para el evento, todo el mundo está ya en su asiento y el avión despega sin el menor problema. Una vez en el aire, se pone automáticamente en marcha el interfono para dar la bienvenida a los pasajeros: "Bienvenidos, señoras y caballeros, a nuestro vuelo inaugural de Londres a Nueva York en la primera aeronave informatizada y sin piloto. El sistema de vuelo computarizado garantiza las normas más elevadas de seguridad. Relájense en sus asientos y disfruten de su vuelo, mientras los robots-azafata les sirven algún refresco. Tengan ustedes la más absoluta confianza en que no hay nada que pueda salir mal, en que no hay nada que pueda salir mal, en que no hay nada que pueda salir mal..."
Cuando las risas comenzaron a silenciarse, recordé mi papel de periodista y dije:
-Bien, Krishnaji, ya conocerá usted la noticia del desastre aéreo ocurrido hace un par de días cundo los soviéticos derribaron el vuelo 007 de un avión de la Korean Airlines sobre la isla de Sajalín...
Este comentario desencadenó los comentarios de todos los presentes, puesto que el acontecimiento llevaba cuarenta y ocho horas ocupando la primera plana de todos los medios de comunicación.
Tomado de "Crónicas desde la Cocina",
por Michael Krohnen,
Editorial Kairos,
2005.
Cuando las risas comenzaron a silenciarse, recordé mi papel de periodista y dije:
-Bien, Krishnaji, ya conocerá usted la noticia del desastre aéreo ocurrido hace un par de días cundo los soviéticos derribaron el vuelo 007 de un avión de la Korean Airlines sobre la isla de Sajalín...
Este comentario desencadenó los comentarios de todos los presentes, puesto que el acontecimiento llevaba cuarenta y ocho horas ocupando la primera plana de todos los medios de comunicación.
Tomado de "Crónicas desde la Cocina",
por Michael Krohnen,
Editorial Kairos,
2005.
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