domingo, 10 de diciembre de 2006

Jiddu Krishnamurti contando chistes.

Tomado de "The Kitchen Chronicles: Lunches with J. Krishnamurti"

por Krohnen, Michael

Mirando alrededor de la mesa, él comenzó preguntando, "¿Hay algún cristiano aquí? No quiero blasfemar ni ofender a ninguno". Como ninguno se declaró afiliado a ninguna religión, él continuó, "El Señor y San Pedro están en el cielo observando la acción que trascurría en la tierra en un televisor. Se maravillaron con lo que vieron: las personas estaban siempre corriendo, excavando y construyendo incesantemente, levantando grandes ciudades, todo el mundo ocupado, ocupado, ocupado, desde temprano en la mañana hasta la noche. El Señor se volvió a San Pedro y le preguntó, incrédulo: "¿Qué están haciendo todos ellos, trabajando desde la mañana hasta la noche, sin descansar nunca, siempre esforzándose, batallando, compitiendo? ¿Por qué razón?" San Pedro respondió: "Bueno, Señor, esta gente son tus seguidores, ellos creen en ti y te obedecen. Y tu les dijiste que ganarán el pan con el sudor de sus frentes". Y el Señor le dijo a San Pedro, "¡Pero si yo sólo estaba bromeando!"

Comenzamos a reír, pero Krishnamurti hizo gestos para calmarnos, diciendo, "No, no rían todavía. Hay más." San Pedro cambió de canal y vieron un magnífico lugar de banquetes en el Vaticano con grandes mesas llenas de caros manjares. Había caviar, trufas, los más finos vinos, etc. Cientos de grandes hombres en ropas púrpuras se hallaban sentados alrededor de las mesas, festejando, riendo y tomando coñac y fumando cigarros. Ellos eran los cardenales y obispos, teniendo una fiesta. "¿Qué hay acerca de esta gente? " Preguntó el Señor a San Pedro, "Ellos no parecen estar comiendo pan con el sudor de sus frentes. Si me preguntaras, te diría que están pasando por un muy buen momento". San Pedro contestó: "Bueno, Señor, éstos son los que saben que usted sólo estaba bromeando."

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