lunes, 11 de diciembre de 2006

Jiddu Krishnamurti y Pupul Jayakar.


A fines de 1950, Krishnaji así se conoce a J. Krishnamurti en la India y es como le conocen sus amigos de todo el mundo­ me sugirió que escribiera un libro sobre su vida, basado en las notas que yo había conservado desde la primera vez que me encontré con él en 1948. Comencé a escribir este libro en 1978.

He intentado escribir acerca de Krishnamurti el hombre, el maestro, y sobre su relación con los muchos hombres y mujeres que formaron parte del panorama de la India. El libro se concentra en la vida que Krishnaji pasó en la India entre 1947 y 1985, pero ciertos relatos de sus primeros años se hicieron necesarios como telón de fondo para desarrollar la historia del joven Krishnamurti. También se ha incluido algún material nuevo jamás publicado hasta la fecha.

El lector advertirá pronto que Krishnamurti es llamado en este libro con varios nombres diferentes. Me he referido a Krishnamurti como Krishna cuando era un muchacho, porque así se le conocía; como Krishnaji desde 1947, porque por entonces fue para mí el gran maestro y profeta. Ji es un término de respeto que, en el norte de la India, se agrega a los nombres tanto masculinos como femeninos; en familias chapadas a la antigua, aun el nombre de los niños lleva añadido el sufijo, pues se considera signo de descortesía dirigirse a una persona, hombre o mujer por su primer nombre. En el sur de la India no se añade ningún sufijo, y el ji es desconocido. Es probable que Annie Besant, debido a sus estrechas relaciones con Varanasi, agregara el ji al nombre de Krishna como un término de cariño y respeto.

La mayoría de los maestros religiosos en la India, tienen un prefijo agregado a sus nombres, tal como Maharshi, Acharya, Swami o Bhagwan. Krishnaji jamás aceptó ningún título semejante. Se refería a sí mismo en los diálogos o en sus diarios, ya sea como “K” o con el impersonal “nosotros”, para sugerir la ausencia del “yo”, del sentido egocéntrico de la individualidad. Por lo tanto, cuando en este libro me refiero al hombre o al maestro de una manera impersonal, lo hago como “Krishnamurti” o como “K”.

Krishnaji accedió a sostener diálogos conmigo, y estos forman parte del libro. Casi todo lo escrito proviene de notas tomadas por mí durante o inmediatamente después de las conversaciones o diálogos. Desde 1972 en adelante, algunos de los diálogos fueron grabados en cinta magnetofónica y se transcribieron de ahí.

Ciertos acontecimientos que se discuten en el libro los encuentros de Krishnaji con Indira Gandhi, su relación con Annie Besant­ podrían llegar a ser polémicos. Estos capítulos se los leí en voz alta a Krishnaji para que los comentara. También envié a Indira Gandhi el capítulo que describe sus encuentros con él; ella sugirió algunos cambios menores, los que han sido incorporados.



Deseo testimoniar mi profunda gratitud a Sri Rajiv Gandhi por permitirme incluir las cartas de Indira Gandhi; a la Krishnamurti Foundation de Inglaterra por permitir la publicación de los diálogos que sostuve con Krishnaji en Brockwood Park; a la Krishnamurti Foundation de la India por el permiso concedido para publicar los diálogos y las pláticas en la India; a Smt. Radha Burnier, Presidenta de la Sociedad Teosófica, por toda su bondad y su ayuda al hacer asequible el material guardado en los archivos de la Sociedad Teosófica; a Sri Achyut Patwardhan por sus numerosas conversaciones, a Smt. Sunanda Patwardhan por permitirme el acceso a sus notas y grabaciones personales; a mi hija Radhika y a su esposo Hans Herzberger por sus comentarios críticos; a Sri Murli Rao por ciertos manuscritos que puso en mi conocimiento; y a los muchos otros amigos que han compartido sus experiencias conmigo. También me gustaría agradecer a Sri Asoke Dutt su amistad y la inmensa ayuda que prestó para hacer posible la publicación; a Mr. Clayton Carlson de Harper & Row por sus valiosas sugerencias, su interés y su apoyo; a Sri Benoy Sarkar por su inapreciable ayuda en elegir y cotejar las fotografías; al Instituto Nacional de Dibujo en Ahmedabad; a los herederos de Mitler Bedi; a Asit Chandmal, Mark Edwards y A. Hamid por permitirme el uso de sus fotografías; a A.V. José por su completo apoyo y supervisión; y a M. Janardhanan por acompañarme pacientemente en la preparación del manuscrito.

Biografía de J. Krishnamurti. Pupul Jayakar. Editorial Kier.

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