viernes, 9 de febrero de 2007

Jiddu Krishnamurti y la Iniciación.

¿Cuál era la tarea que en Varanasi emprendió Mrs. Besant para esa época, el momento más crucial de su vida? ¿Por qué no estuvo en Adyar durante la primera iniciación? ¿Se encontraba ella misma bajo la guía de místicos y sabios, buscando una garantía acerca de Krishnamurti por parte de la jerarquía oculta? ¿Tenía que pasar por iniciaciones yogas a fin de proteger al niño que habría de llegar a ser el Instructor del Mundo?

Más de setenta años después, hablando con doctos eruditos y con los pandits brahmines de Varanasi, recogí datos de que en esos primeros años Mrs. Besant, estando en Varanasi, se había puesto en contacto con el Swami Vishudhanand y con el discípulo de éste, Gopinath Kaviraj. El Swami Vishudhanand era un renombrado maestro tántrico que poseía muchos siddhis o poderes místicos. También afirmaba tener vínculos directos con un culto y una doctrina secreta del Tíbet; originaria de la India, esta doctrina había sobrevivido en su forma primitiva, en un centro con fuerte carga psíquica que se encontraba más allá del Lago Mansarovar en el Tíbet. Se decía que en este centro se reunían muchos grandes sabios y bodhisattvas, no en su forma física, sino tal vez como núcleos de energía. Una de sus doctrinas más protegidas que sólo se murmuraba secretamente al oído, se relacionaba con el eterno ciclo del tiempo con prácticas de yoga o kundalini y con la transmigración de la conciencia­. Este yoga, cargado de inmensos peligros, se había originado en la India mucho antes del Buda y su enseñanza. Más tarde desapareció de la India, pero sobrevivió entre los adeptos en ese centro secreto del Tíbet.

Es posible que por intermedio del Swami Vishudhanand, Mrs. Besant tomara conocimiento de la doctrina del “ciclo completo” o transmigración de la conciencia, y sus estrechos vínculos con el kundalini yoga. El Pandit Jagannath Upadhyaya de Varanasi, que había encontrado una copia del texto original del Kala Chakra Tantra, y que estaba emprendiendo investigaciones en el mismo, le dijo a Krishnaji que el Pandit Gopinath Kaviraj sostenía que era de esta doctrina secreta que la Sociedad Teosófica había sacado mucho de su enseñanza oculta. Siguió diciendo que el Swami Vishudhanand y Gopinath Kaviraj, en los primeros años del siglo XX, le habían hablado a Mrs. Besant de la inminente venida del Bodhisattva Maitreya y de su manifestación en un cuerpo humano; de acuerdo con el swami, el cuerpo elegido era el de Krishnamurti. La respuesta de Krishnaji había sido rápida: “El Maitreya no puede manifestarse, sería como el cielo manifestándose. Es la enseñanza la que se manifiesta”. Otro día, hablando del mismo tema, como a través de una grieta en el tiempo Krishnaji vio de pronto una imagen. Dijo: “Amma [A.B.] visitó a Kaviraj montada en un caballo”1.

Cuando escuché esto me quedé intrigada. La imagen de Mrs. Besant cabalgando, a principios del siglo XX, en un blanco corcel a través de las diminutas callejuelas de Varanasi para visitar sadhus, ascetas mendicantes, era pura magia; averigüé más y descubrí que Mrs. Besant era muy aficionada a cabalgar, y es probable que hubiera ido cabalgando a sus encuentros con los gurús de Varanasi. Toda esta área de investigación arrojó una nueva luz sobre la manera en que muchas percepciones y doctrinas secretas se introdujeron en la Sección Esotérica de la Sociedad Teosófica. Es posible que la fe total que Mrs. Besant tenía en que el Bodhisattva Maitreya se manifestaría a través del cuerpo de Krishnamurti, se debiera a estos primeros contactos con los gurús de Varanasi y a los vínculos que ellos tenían con la jerarquía oculta. Leadbeater, con sus evidentes dones psíquicos, estaba frecuentemente cargado con la simbología oculta occidental; los elementos originales que suministró la corriente india al mundo oculto de la teosofía, sólo podían provenir de fuentes empapadas en las tradiciones de la India y del Tíbet.

Cerca de tres semanas después de que Krishna ingresara en la Sección Esotérica, Leadbeater había telegrafiado a Mrs. Besant diciéndole que el muchacho había sido aceptado por el Maestro Kut Humi como su discípulo. Habían transcurrido solamente cinco meses desde que Leadbeater descubriera a Krishna.

Al escribir a Mrs. Besant con una hermosa letra, posiblemente el resultado de una intensa práctica de caligrafía, Krishna describió la ceremonia de aceptación el 3 de enero de 1910:

Mí querida madre:

Fue muy hermoso Cuando llegamos a la casa de nuestro Maestro, lo encontramos a Él, al Maestro Morya y al Maestro Djwal Kul, todos de pie con versando, y lo hacían muy bondadosamente. Todos nos postramos a sus pies, y el Maestro me acercó a sus rodillas y me preguntó si me olvidaría por completo de mi mismo sin tener jamás un pensamiento egoísta y si sólo pensaría en cómo ayudar al mundo, y yo le dije que verdaderamente lo haría y que sólo deseaba ser como Él algún día. Entonces me besó y pasó su mano sobre mi y de alguna manera yo parecía ser parte de Él, y me sentí completamente distinto y muy, muy dichoso, y desde entonces siempre he tenido ese sentimiento. Pero a la mañana siguiente, cuando en la capilla volvía a darle las gracias, sentí otra vez su mano apoyarse fuertemente sobre mi cabeza, igual que a la noche.

Hoy he cabalgado 254 millas, y disfruto muchísimo los paseos a caballo. ¿Cuándo volverá usted con nosotros? Le envío mucho amor numerosas veces al día.

Su amante hijo

Krishna2


El período de prueba fue corto, y pronto le siguieron acontecimientos extraordinarios. Un astrólogo eminente, G.E. Sutcliff, había predicho posiciones muy inusuales de los planetas para el día 11 de enero Leadbeater y Mrs. Besant intercambiaron telegramas, y finalmente ella fue informada de que la primera iniciación de Krishna tendría lugar durante la noche del 11 al 12 de enero Mrs. Besant no podía estar presente, pero envió instrucciones de que se cerraran las puertas de la capilla en la Sección Esotérica y también el balcón que se abría a su habitación, y que Krishna y Leadbeater ocuparan la habitación de ella durante esta ocasión trascendental.

Más tarde se dijo que Krishna y Leadbeater se salieron de sus cuerpos durante dos noches y un día, regresando ocasionalmente a ellos para ingerir algún alimento. Krishna estaba acostado en la cama de Mrs. Besant, Leadbeater sobre el piso. El 12 de enero salieron de la habitación para encontrarse con algunos de los miembros más antiguos de la Sociedad que los aguardaban. Entre ellos estaban el padre de Krishna, Naraniah, y su hermano Nitya. Krishna escribió inmediatamente a Mrs. Besant, relatándole los misteriosos acontecimientos:

Cuando dejé mi cuerpo la primera noche, fui inmediatamente a la casa del Maestro, y lo encontré ahí con el Maestro Morya y el Maestro Djwal Kul. El Maestro me habló muy bondadosamente por largo tiempo, y me dijo todo acerca de la Iniciación y de lo que yo debía hacer. Luego fuimos todos juntos a la casa del Señor Maitreya, donde yo ya había estado antes una vez, y allí encontramos a muchos de los Maestros el Maestro Veneciano, el Maestro Jesús, el Maestro El Conde, el Maestro Serapis, el Maestro Hilarión y los dos Maestros Morya y K.H. El Señor Maitreya se sentó en el centro y los otros permanecían de pie alrededor de Él en un semicírculo [Aquí Krishnamurti dibujó un diagrama para aclarar las posiciones que ocupaban los miembros de la Hermandad en la reunión]. Entonces el Maestro tomó mi mano derecha y el Maestro Djwal Kul mi mano izquierda, y me condujeron ante el Señor Maitreya; tú [Mrs. Besant] y tío [Leadbeater] estaban de pie cerca y detrás de mí. El Señor me sonrió, pero dijo al Maestro: “¿Quién es éste que traes ante mí?” Y el Maestro contestó: “Este es un candidato que solicita su admisión en la Gran Hermandad”.

[Los Maestros que se habían reunido accedieron a su admisión en la Gran Hermandad].

Luego el Señor se apartó de mí y volviéndose hacia Shamballa exclamó: “¿Hago esto, Oh Señor de la Vida y de la Luz, en Tu Nombre y por Ti?” En el acto la gran Estrella de Plata brilló sobre Su cabeza, y a cada lado de ella había en el aire una figura una era la del Señor Buda Gautama y la otra el Mahachohan. Y el Señor Maitreya se volvió y me llamó por el verdadero nombre de mi Ego; puso Su mano sobre mi cabeza y dijo: “En nombre del Iniciador Unico, cuya Estrella brilla sobre nosotros, te recibo en la Hermandad de la Vida Eterna”. [A la noche siguiente fueron llevados a visitar a Sanat Kumar].

...porque Él es un niño no mucho mayor que yo, pero es el más hermoso que haya visto jamás, todo resplandeciente y glorioso, y cuando Él sonríe es como la luz del sol. Es fuerte como el mar, de modo que nada puede oponérsele ni por un instante; y, sin embargo, Él es todo amor, así que yo no podía de ninguna manera sentirme atemorizado ante Él3.

No ha podido obtenerse la respuesta de Mrs. Besant a Krishna, pero ella le escribió a Leadbeater confirmando, con palabras entusiastas, el acontecimiento. La correspondencia entre Mrs. Besant y Krishna revela la intensidad del amor y del interés que ella sentía por el niño. He aquí las palabras que Mrs. Besant le dirige:

31 de marzo de 1910

Mi amado Krishna, bendito pequeño hijo, no sé si tú me ves o me sientes en la meditación matutina cuando vengo a ti; tú lo haces en tu astral, ¿pero lo sientes en tu cerebro aquí abajo? Y muy a menudo, durante el día te envío una forma de pensamiento para que te envuelva con sus alas.

Hubo una reunión muy grande en Calcuta destinada a los animales, y yo le hablé a la gente acerca del Petirrojo que intentó arrancar el clavo de la mano de Cristo en la Cruz. No se trata de una fábula, sino de una verdad real, como el relato de Shri Rama acariciando a las ardillas... Una vez, estando en Sarnath donde el Buda predicó su primer sermón, yo miré hacia atrás y lo vi; se presentó un pequeño gamo y puso el hocico en su mano. El Señor era todo amor, de modo que los animales no le temían. Dile a Nitya que beso su cabeza todas las mañanas, y que también le envío una forma de pensamiento. Tú sabes lo mucho que te amo, mi Krishna, y que siempre soy

Tu amante madre4.

Krishna contestó el 5 de abril de 1910.

Por supuesto mi cerebro físico recuerda cuando usted me rodea con sus brazos, porque yo estoy tratando de hacer que mi conciencia sea la misma todo el tiempo, pero todavía no estoy completamente seguro de que sea siempre así. Trabajo permanentemente en lo que se necesita para el segundo paso, pero ello tomará algún tiempo. Creo que no tengo muchas dudas ni supersticiones, pero es muy difícil librarse de la ilusión del yo; no obstante, lo haré. Todavía no sé muy bien cuándo, pero de algún modo se hará.

He leído “Nidos de nuestro país”, y en unos tres días más habremos terminado “La Historia de la Gran Guerra”. He escuchado los relatos acerca del “Petirrojo y la Ardilla”, pero todavía no he visto un Petirrojo. Han pasado 1250 años desde que estuve por última vez en Sarnath, pero espero ir allá también en esta vida. Hay allá un gran pedestal gris sobre el que se encuentra un león, y otros pedestales más pequeños forman un semicírculo alrededor. ¿Cuándo regresará usted con nosotros? Le envío muchísimo amor todos los días.

Su afectuoso hijo, Krishna5.

1 Esta conversación entre Krishnaji, el Pandit Jagannath Upadhyaya y un pequeño grupo de miembros de la Krishnamurti Foundation, India, tuvo lugar en Vasanta Vihar, Madrás, en enero de 1985. Fue transcripta por Sunanda Patwardhan, Archivos de la Krishnamurti Foundation India.
2 Archivos de la S.T. Adyar, Madrás, Carta original, Archivos K&R, Ojai, Calif.
3 Ibid.
4 Ibid.
5 Ibid.


Biografía de J. Krishnamurti.
Pupul Jayakar.
Editorial Kier.

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