TERCERA PLÁTICA EN ADYAR
Pregunta: Se dice que el único pesar de la Dra. Besant ha sido el hecho de que usted fracasó en ponerse a la altura de sus expectativas respecto a su condición de Instructor del Mundo. Algunos de nosotros, francamente, compartimos ese pesar y ese sentimiento de decepción, y sentimos que no carece por completo de alguna justificación. ¿Tiene usted algo que decir?
KRISHNAMURTI: Nada, señores. (Risas). Cuando digo “nada”, quiero decir nada para aliviar su decepción o la decepción de la Dra. Besant -si es que estuvo decepcionada, porque a menudo me expresó lo contrario-. No me encuentro aquí para justificarme, no estoy interesado en justificarme. La pregunta es: ¿Por qué está decepcionado usted, si es que lo está? Usted habrá pensado ponerme en cierta jaula, y dado que no encajé en esa jaula, es natural que se haya sentido decepcionado. Tenía una idea preconcebida de lo que yo debería ser, de lo que debería decir, de lo que debería pensar.
Yo digo que existe la inmortalidad, un devenir eterno. La cuestión no es que yo lo sé, sino que existe. Cuídense del hombre que dice “yo sé”. Existe el devenir eterno de la vida pero, para realizarlo, nuestra mente debe estar libre de todas las ideas preconcebidas acerca de lo que eso es. Ustedes tienen ideas preconcebidas de Dios, de la inmortalidad, de la vida. “Esto está escrito en los libros”, dicen, o “alguien me ha dicho esto”. De ese modo, han elaborado una imagen de la verdad, una representación mental de la inmortalidad y de Dios. Quieren aferrarse a esa imagen, a esa representación y se sienten decepcionados de cualquiera cuyas ideas difieran de las de ustedes o no se adapten a las de ustedes. En otras palabras, si no se convierte en la herramienta de ustedes, se sienten decepcionados de él. La decepción de ustedes no se basa en la reflexión ni en la inteligencia ni en el afecto profundo, sino en alguna imagen de hechura propia, por falsa que pueda ser.
Encontrarán a personas que les dirán que yo las he decepcionado, y que crearán un conjunto de opiniones sosteniendo que he fracasado. Pero no creo que dentro de cien años importará mucho que ustedes estén decepcionados o no. La verdad de la que hablo es lo que permanecerá, no las fantasías o las decepciones de ustedes.
31 de diciembre de 1933
J. KRISHNAMURTI
OBRAS COMPLETAS AÑOS 1933-1967
Tomo I (1933-1934)
EL ARTE DE ESCUCHAR
EDITORIAL KIER S.A.
Traducido del inglés por
Armando Clavier
Pregunta: Se dice que el único pesar de la Dra. Besant ha sido el hecho de que usted fracasó en ponerse a la altura de sus expectativas respecto a su condición de Instructor del Mundo. Algunos de nosotros, francamente, compartimos ese pesar y ese sentimiento de decepción, y sentimos que no carece por completo de alguna justificación. ¿Tiene usted algo que decir?
KRISHNAMURTI: Nada, señores. (Risas). Cuando digo “nada”, quiero decir nada para aliviar su decepción o la decepción de la Dra. Besant -si es que estuvo decepcionada, porque a menudo me expresó lo contrario-. No me encuentro aquí para justificarme, no estoy interesado en justificarme. La pregunta es: ¿Por qué está decepcionado usted, si es que lo está? Usted habrá pensado ponerme en cierta jaula, y dado que no encajé en esa jaula, es natural que se haya sentido decepcionado. Tenía una idea preconcebida de lo que yo debería ser, de lo que debería decir, de lo que debería pensar.
Yo digo que existe la inmortalidad, un devenir eterno. La cuestión no es que yo lo sé, sino que existe. Cuídense del hombre que dice “yo sé”. Existe el devenir eterno de la vida pero, para realizarlo, nuestra mente debe estar libre de todas las ideas preconcebidas acerca de lo que eso es. Ustedes tienen ideas preconcebidas de Dios, de la inmortalidad, de la vida. “Esto está escrito en los libros”, dicen, o “alguien me ha dicho esto”. De ese modo, han elaborado una imagen de la verdad, una representación mental de la inmortalidad y de Dios. Quieren aferrarse a esa imagen, a esa representación y se sienten decepcionados de cualquiera cuyas ideas difieran de las de ustedes o no se adapten a las de ustedes. En otras palabras, si no se convierte en la herramienta de ustedes, se sienten decepcionados de él. La decepción de ustedes no se basa en la reflexión ni en la inteligencia ni en el afecto profundo, sino en alguna imagen de hechura propia, por falsa que pueda ser.
Encontrarán a personas que les dirán que yo las he decepcionado, y que crearán un conjunto de opiniones sosteniendo que he fracasado. Pero no creo que dentro de cien años importará mucho que ustedes estén decepcionados o no. La verdad de la que hablo es lo que permanecerá, no las fantasías o las decepciones de ustedes.
31 de diciembre de 1933
J. KRISHNAMURTI
OBRAS COMPLETAS AÑOS 1933-1967
Tomo I (1933-1934)
EL ARTE DE ESCUCHAR
EDITORIAL KIER S.A.
Traducido del inglés por
Armando Clavier
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