Desde Londres, la gira europea se extendió a Edimburgo, Berlín, Hamburgo, Frankfurt y Viena, lugares todos en que ofreció pláticas, atrajo seguidores e hizo nuevos amigos. Después regresó a Ommen para otro Campamento en julio agosto. No fue hasta octubre que volvió a Ojai después de haber estado fuera dieciséis meses. Se sentía extático con el regreso. Rosalind y Rajagopal tenían ahora un bebé, una niña nacida en julio, de nombre Radha, que hacía las delicias de K.
Lady Emily, desde su estado de vacuidad y preocupada por cuestiones de familia, le escribió por ese entonces acusándole de escapar de las realidades de la vida al encerrarse en su hermoso valle aislado. Él contestó el 30 de diciembre:
El éxtasis que experimento es el resultado de este mundo. Yo quería comprender, quería conquistar el dolor, la pena del apego y el desapego, la muerte, la continuidad de la vida, todo lo que el hombre sufre diariamente. Lo he hecho. Así, mi éxtasis es real e infinito, no es un escape. Conozco la salida de esta incesante desdicha, y deseo ayudar a la gente a salir fuera de este pantano del sufrimiento. No, esto no es un escape4.
Y el 4 de febrero de 1932, todavía en Ojai, escribía nuevamente:
No es un escape no sumergirse en determinadas cosas cuando se ve que son innecesarias para uno. Vi que la vida de familia, con todos sus encantos y enredos, no era necesaria para mí, así que me mantuve fuera de ella. Ciertamente, Mum, ése no es un escape. Del mismo modo podía haber ganado un montón de dinero [había recibido una oferta para aparecer como el Buda en una película] pero no quise, y no por pereza o falta de oportunidad sino porque ciertamente deseaba hacer algo y no me interesa el dinero. Soy completamente feliz de ser un mendigo, que es lo que soy. Si Miss Dodge suspendiera su legado, tampoco me preocuparía, porque mis necesidades son muy pequeñas, ¡y siempre puedo sentirme cómodo en la India! ¡Y mendigar allá es una profesión honorable, a diferencia de lo que ocurre aquí! Estos bellos lugares no los he elegido con deliberación, y en realidad, honestamente, no me importa dónde estoy siempre que haya tranquilidad5.
Rajagopal estaba en Hollywood con Rosalind y el bebé, recuperándose de una extracción de amígdalas. K, solo en Ojai, escribió que estaba pasando sus días en soledad, «y eso es extraordinario, extraordinario es la única palabra para ello. ¡He experimentado una revolución en mí mismo! No puedo expresarle, mum, qué cosa gloriosa es haber realizado lo supremo y lo más sublime. Cómo quisiera ayudarle para ello».
El 26 de marzo, después del regreso de Rajagopal, escribía nuevamente:
Estoy tratando de aclarar las cosas, tratando de edificar un puente a fin de que otros puedan cruzarlo, no para alejarse de la vida sino para tener una vida más rica. Yo siento eso, especialmente este último mes en que he comprendido algo que otorga mayor plenitud a la existencia. Todo esto está muy mal expresado, y uno espera hacerlo más y más claro expresándolo constantemente y hablando de ello... Yo trato de incitar a tantos como pueda a vivir rectamente, ¡¡y por Dios que son bien pocos!! Todo esto es muy extraño. No puedo perder mi entusiasmo, al contrario, es intenso, y quiero ir y gritar e incitar a la gente para que cambie y viva felizmente. Cuanto más pienso en lo que he «comprendido», más claramente puedo exponerlo y puedo ayudar a construir un puente, pero eso toma tiempo y exige un cambio constante de las frases hasta darles el verdadero significado. Usted no tiene idea de lo difícil que es expresar lo inexpresable y lo que se expresa no es la verdad6 .
K nunca ha perdido su entusiasmo, nunca cesó de intentar «la construcción de un puente» ni de encontrar palabras nuevas con que poder expresar lo inexpresable.
4 Los años del despertar.
5 Ibid
6 Ibid
KRISHNAMURTI
Los años de plenitud
MARY LUTYENS
Impreso por Romanyà/Valls
Verdaguer, l. Capellades (Barcelona)
Lady Emily, desde su estado de vacuidad y preocupada por cuestiones de familia, le escribió por ese entonces acusándole de escapar de las realidades de la vida al encerrarse en su hermoso valle aislado. Él contestó el 30 de diciembre:
El éxtasis que experimento es el resultado de este mundo. Yo quería comprender, quería conquistar el dolor, la pena del apego y el desapego, la muerte, la continuidad de la vida, todo lo que el hombre sufre diariamente. Lo he hecho. Así, mi éxtasis es real e infinito, no es un escape. Conozco la salida de esta incesante desdicha, y deseo ayudar a la gente a salir fuera de este pantano del sufrimiento. No, esto no es un escape4.
Y el 4 de febrero de 1932, todavía en Ojai, escribía nuevamente:
No es un escape no sumergirse en determinadas cosas cuando se ve que son innecesarias para uno. Vi que la vida de familia, con todos sus encantos y enredos, no era necesaria para mí, así que me mantuve fuera de ella. Ciertamente, Mum, ése no es un escape. Del mismo modo podía haber ganado un montón de dinero [había recibido una oferta para aparecer como el Buda en una película] pero no quise, y no por pereza o falta de oportunidad sino porque ciertamente deseaba hacer algo y no me interesa el dinero. Soy completamente feliz de ser un mendigo, que es lo que soy. Si Miss Dodge suspendiera su legado, tampoco me preocuparía, porque mis necesidades son muy pequeñas, ¡y siempre puedo sentirme cómodo en la India! ¡Y mendigar allá es una profesión honorable, a diferencia de lo que ocurre aquí! Estos bellos lugares no los he elegido con deliberación, y en realidad, honestamente, no me importa dónde estoy siempre que haya tranquilidad5.
Rajagopal estaba en Hollywood con Rosalind y el bebé, recuperándose de una extracción de amígdalas. K, solo en Ojai, escribió que estaba pasando sus días en soledad, «y eso es extraordinario, extraordinario es la única palabra para ello. ¡He experimentado una revolución en mí mismo! No puedo expresarle, mum, qué cosa gloriosa es haber realizado lo supremo y lo más sublime. Cómo quisiera ayudarle para ello».
El 26 de marzo, después del regreso de Rajagopal, escribía nuevamente:
Estoy tratando de aclarar las cosas, tratando de edificar un puente a fin de que otros puedan cruzarlo, no para alejarse de la vida sino para tener una vida más rica. Yo siento eso, especialmente este último mes en que he comprendido algo que otorga mayor plenitud a la existencia. Todo esto está muy mal expresado, y uno espera hacerlo más y más claro expresándolo constantemente y hablando de ello... Yo trato de incitar a tantos como pueda a vivir rectamente, ¡¡y por Dios que son bien pocos!! Todo esto es muy extraño. No puedo perder mi entusiasmo, al contrario, es intenso, y quiero ir y gritar e incitar a la gente para que cambie y viva felizmente. Cuanto más pienso en lo que he «comprendido», más claramente puedo exponerlo y puedo ayudar a construir un puente, pero eso toma tiempo y exige un cambio constante de las frases hasta darles el verdadero significado. Usted no tiene idea de lo difícil que es expresar lo inexpresable y lo que se expresa no es la verdad6 .
K nunca ha perdido su entusiasmo, nunca cesó de intentar «la construcción de un puente» ni de encontrar palabras nuevas con que poder expresar lo inexpresable.
4 Los años del despertar.
5 Ibid
6 Ibid
KRISHNAMURTI
Los años de plenitud
MARY LUTYENS
Impreso por Romanyà/Valls
Verdaguer, l. Capellades (Barcelona)
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