viernes, 15 de diciembre de 2006

Jiddu Krishnamurti e Ingram Smith.

Una tarde Muriel Payne se nos unió a Krishnamurti y a mí en nuestro paseo vespertino. Nos hallamos de pronto junto a una larga fila de carretas que regresaban de la ciudad. Muriel, mientras caminaba cerca de uno de los toros que tiraba de una carreta, se dio cuenta que el carretero golpeaba al animal en sus testículos, haciendo que éste arqueara el lomo y tirara violentamente hacia adelante.

Al ser testigo de tal "brutalidad" justo a su lado, Muriel se sublevó:

- Mira Krishnaji! Deténlo! Deténlo!

Krishnaji miró y continuamos caminando. Nuestra conversación se detuvo abruptamente. Durante algunos pasos hubo silencio. Luego el carretero golpeó de nuevo al toro. Este gruñó y se arqueó hacia adelante.

-Krishnaji, tienes que detenerlo! - exigió.

La respuesta de Krishnamurti fue igualmente dramática, pero mucho más tranquila:

- ¿Para eliminar tu dolor?


INGRAM SMITH - LA VERDAD ES UNA TIERRA SIN CAMINOS.
http://us.geocities.com/clubamistad/mistica/mist07.html







 

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